
La Histeroscopía es un procedimiento quirúrgico que le permite al ginecólogo ver el interior del útero por medio de un pequeño telescopio llamado histeroscopio, cuyo grosor es de sólo 4 milímetros, a través del cuello uterino. No es necesario practicar puntos o suturas ni incisiones en la piel, porque se emplea el orificio natural del cuello del útero. Este procedimiento puede realizarse con fines de diagnóstico o para tratamientos de patologías intrauterinas y como método de intervención quirúrgica.
Mediante la Histeroscopía ginecológica es posible conocer el origen de hemorragias vaginales o alteraciones anatómicas como son:
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Alteraciones del endometrio (atrofias o hiperplasias).
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Pólipos endometriales.
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Adherencias del endometrio.
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Tabiques uterinos o malformaciones de útero.
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Miomas (tumoraciones benignas).